En esta entrada vamos a hablar de nuestra amada especialidad: La Dermatología.
La dermatología es una de las 47 especialidades médicas reconocidas en España. Dentro de ellas, es una de las denominadas especialidades médico-quirúrgicas.
La nomenclatura correcta de nuestra especialidad es Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología. Los requisitos para llegar a ser Dermatólogo son el Título de Medicina (6 años), la oposición MIR (1 año) y la Especialidad de Dermatología (4 años). Además, es considerada la más exigente en cuanto a número de orden en la oposición MIR, siendo la primera en agotar sus plazas año tras año.
La Dermatología se ocupa de las enfermedades de la piel y de las mucosas. Esto incluye enfermedades “primarias” cutáneas (aquellas que afectan de forma exclusiva o casi exclusiva a la piel) y las “secundarias”. Y es que, en ocasiones, la piel es la punta del iceberg de otra enfermedad oculta. Por ejemplo, un dermatólogo puede sospechar una enfermedad hepática, una enfermedad autoinmune, una infección grave o hasta un cáncer oculto, por las manifestaciones que observe en la piel.
Aunque los campos que abarca la dermatología clínica son altísimos, podríamos destacar algunas subespecialidades:
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- Oncología Cutánea: ¿Sabías que el cáncer más frecuente del cuerpo humano es el cáncer de piel? El mayor porcentaje de ellos corresponde al Carcinoma Basocelular que, si bien no compromete la vida del paciente, puede ocasionar graves deformidades. Sin embargo, otros como el Melanoma o el Linfoma Cutáneo sí son una causa importante de mortalidad.
- Enfermedades Autoinmunes: Se ocupa de ese grupo de “enfermedades raras” como el Lupus Eritematoso o las Enfermedades Ampollosas (como el Pénfigo).
- Dermatología Pediátrica: Los niños y recién nacidos, en su “piel inmadura” pueden sufrir, además de las enfermedades típicas del adulto, patologías que les afectan a ellos de forma exclusiva. Aquí encontramos la Dermatitis Atópica, las Anomalías Vasculares (malformaciones, hemangioma infantil…) o las Mastocitosis.
- Venereología o Infecciones de Transmisión Sexual: ¿Te estabas preguntando qué era eso de la Venereología? La Dermatología tiene una de sus raíces como especialidad en la Sifiliografía (el estudio y tratamiento de la Sífilis). En los siglos XV a XX se hizo necesario diferenciar esta enfermedad (que llegó a infectar al 10% de la población europea) del resto de afecciones cutáneas. Por esta razón, el dermatólogo es el experto en infecciones de transmisión sexual, como la propia sífilis, el gonococo, la clamidia o los condilomas (provocados por el papilomavirus).
- Dermatitis de Contacto y Urticaria: Múltiples agentes exógenos (pero también endógenos) pueden ser causa de eccemas en la piel provocados por el contacto con diferentes productos. La dermatología de contacto se ocupa de investigar qué alérgenos pueden estar dañando nuestra piel.
- Tricología: El dermatólogo es el experto en el diagnóstico y tratamiento de las diferentes afecciones del pelo, de las uñas y de las glándulas sudoríparas (esto es lo que llamamos “faneras”). Así, nos ocupamos de la Alopecia Masculina o Femenina, el exceso en la Pérdida de Pelo u otras afecciones más raras del cabello, como la Alopecia Frontal Fibrosante.
- Onicología: Igualmente, las Distrofias ungueales, las Onicomicosis (hongos en las uñas) o la Psoriasis ungueal pueden ser diagnosticadas y tratadas por el dermatólogo.
- Hiperhidrosis: La hiperhidrosis es un problema en las glándulas sudoríparas que conduce a un exceso de sudoración en axilas, manos o generalizado. En Cliderma León, somos expertos en el tratamiento de esta patología.
- Dermatología Clínica: Por último, el grueso de la especialidad es ocuparse de problemas de piel tan frecuentes como la Psoriasis o el Acné, que son solo dos de las múltiples enfermedades cutáneas que existen.
Un dermatólogo debe poseer conocimientos avanzados de Anatomía Patológica (Dermatopatología), Inmunología, Formulación Magistral (hacer productos cosméticos en forma de cremas o emulsiones de forma personalizada para cada paciente), Terapias de Luz Pulsada y Láser, Fotobiología (Terapia Fotodinámica, Terapia Fotodinámica Intralesional, Fototerapia…), Dermatoscopia y Ecografía, entre otras).
Pero además de la clínica, la otra mitad de la formación del Dermatólogo corresponde a la Cirugía (extirpación de tumores cutáneos y cáncer de piel y su posterior reconstrucción mediante plastias o colgajos).
Finalmente, no existe ninguna otra especialidad que pueda conocer mejor la piel que la dermatología (lógico, ¿no?), por lo que el diagnóstico del envejecimiento cutáneo en cualquiera de sus formas y su posterior tratamiento, es otro de los campos de la Dermatología. Es lo que conocemos como Dermatología Estética. Desde los peelings a la toxina botulínica, pasando por los rellenos, el manejo de la grasa o las terapias de luz pulsada o láser.
Esto ha sido todo por hoy. Esperamos que este post os haya ofrecido una visión global de nuestra especialidad y os haya servido para conocer un poco mejor las competencias del dermatólogo.